
Un nuevo análisis sobre las vocalizaciones de los perros revela que los suspiros caninos cumplen diversas funciones y expresan diferentes estados emocionales en función del contexto.
Al igual que los seres humanos, los perros también suspiran, aunque este comportamiento a menudo se malinterpreta. Los expertos señalan que los suspiros en los perros pueden indicar desde relajación hasta frustración, pasando por estados de ansiedad o necesidad de atención.
El suspiro, que consiste en una inspiración profunda seguida de una espiración prolongada, es un reflejo natural en todos los mamíferos. Este mecanismo ayuda a expandir los pulmones, prevenir el colapso de los alvéolos y mantener una respiración saludable. En perros, es común escuchar estos suspiros durante momentos de descanso o después de una actividad, sin que ello signifique ningún problema de salud.
Señal de bienestar y relajación
Muchas veces, el suspiro en un perro indica que está tranquilo y cómodo. Tras jugar o realizar ejercicio, el perro puede suspirar al acomodarse en el sofá o en la cama, acompañado de una postura relajada y respiración acompasada, lo que refleja un estado de satisfacción y relajación.
Frustración, aburrimiento y búsqueda de atención
No todos los suspiros son positivos. Cuando un perro espera atención, un paseo o estímulos y no los recibe, puede suspirar en señal de frustración. Este comportamiento suele ir acompañado de miradas fijas o cambios de postura, y en algunos casos, quejidos breves. Además, los perros aprenden que suspirar puede atraer la atención humana, por lo que en ciertos casos, se usa como estrategia para conseguir caricias o palabras, transformando así un acto fisiológico en un recurso de comunicación aprendida.
Ansiedad y estrés
El suspiro también puede ser una respuesta ante situaciones de estrés o ansiedad. En estos casos, suele acompañarse de otros signos como bostezos, lamidos de labios, orejas hacia atrás, tensión corporal o temblores. Identificar el desencadenante y aplicar técnicas de desensibilización puede ser clave para reducir estos estados de malestar.
Dolor o incomodidad
En perros mayores o con problemas articulares, el suspiro puede reflejar incomodidad al buscar una posición cómoda. Si se combina con otros síntomas como jadeo excesivo, cojera o evitación del contacto, es recomendable consultar al veterinario para descartar posibles patologías.
Aunque los suspiros en los perros son normales en muchas circunstancias, es importante diferenciarlos de otros sonidos como el jadeo constante, respiración dificultosa, gemidos prolongados o gruñidos, que podrían indicar problemas de salud o conductuales. Si el suspiro va acompañado de cambios en el comportamiento, alteraciones en el apetito o en el sueño, se recomienda acudir a un especialista.
Por lo tanto, comprender los suspiros de los perros permite a los dueños interpretar mejor las emociones de sus mascotas y promover su bienestar. La clave está en observar el contexto, la frecuencia y los signos asociados para distinguir entre un comportamiento normal y uno que requiera atención. Como en toda comunicación canina, la observación cuidadosa y el conocimiento individual son esenciales para traducir los silencios en mensajes claros y cuidar la salud emocional y física de los perros.

Susana says:
Al igual que los humanos, los perros también necesitan expresar sus emociones y sentimientos. Gracias por enseñarnos curiosidades como esta del suspiro.