Amando Diego Domínguez, nacido en Salamanca en 1965, es un destacado referente en adiestramiento canino y formación de perros de asistencia, con más de 30 años de experiencia en formación, investigación e innovación.
Con una sólida formación internacional, incluyendo la certificación como Instructor de Movilidad con Perros Guía (Guide Dogs for the Blind Association, Londres, 1991) y titulación en Técnicas de Instrucción a Grupos (Reino Unido, 1990), posee amplia experiencia en detección de sustancias, instrucción de perros guía y de asistencia. Desde 1987, ha liderado y capacitado a profesionales y organizaciones como la Escuela Española de Caza y la Federación Española de Caza, en el marco de la Capitanía General del Estrecho.
Amando ha impulsado más de 300 unidades de perros guía y asistencia, mejorando sustancialmente la vida de numerosas personas ciegas. Adicionalmente, asesoró a la Universidad de Castilla-La Mancha en aprendizaje canino y fue profesor en cursos especializados para guías caninos de la Policía Nacional.
Se le ha concedido la Medalla de Bronce al Mérito Deportivo de Castilla-La Mancha por su contribución a la formación de campeones. Es autor de numerosas publicaciones especializadas y de libros como «Adiestramiento del perro de muestra» y la novela «Cala» (2025).
1- ¿Qué te motivó a dedicarte al adiestramiento de perros y cómo fue tu inicio?
La atracción que sentía por estos animales y a la vez la facilidad que sentía a la hora de comunicarme con ellos ha sido la razón principal. Además desde bien chiquitín he tenido perros en casa, mi padre, siempre tuvo perro en casa, creo que fue muy innovador en el trato con los perros. No fui un buen estudiante, destacaba solo en educación física y en Biología, pero en el momento en que empecé a estudiar sobre comportamiento y sistemas de comunicación con los perros, mis notas pasaron a ser las mejores. A los catorce años hice mi primer campeón de España de la raza Braco alemán y desde entonces nunca paré de crecer en mi formación.
2- ¿Podrías contarnos sobre tu experiencia como Adiestrador de perros detectores en la Capitanía General del Estrecho?
Fue una muy buena experiencia, llegué a Cádiz a realizar mi servicio militar, para que veáis que tengo ya mis añitos y al llegar al campamento lo primero que vi fue a unos perros de búsqueda de drogas registrando todas nuestras pertenencias, bolsas de viaje, ropa y demás. Esa misma tarde tuvimos que rellenar un formulario tipo test en los que nos pedían que indicáramos cuales eran nuestros hobbies, yo escribí mi experiencia canina en la competición y en el adiestramiento y al día siguiente me hicieron análisis de orina, yo sin saber a qué cuento venía todo aquello. Un compañero que pasaba por el mismo proceso se reía continuamente como si el supiera de que iba, él sería el comisario Eleuterio un buen compañero esos años. Al día siguiente estaba trabajando en las perreras de Capitanía a las órdenes de D. Rafael Pérez del Campo, D. Carlos Béjar y D. Paco Quero, tres personas de las que aprendí mucho como superiores y como adiestradores, en el caso de Paco Quero. Registramos durante tres años, barcos, dependencias, tropas. Hicimos exhibiciones y sobre todo, pasé tres años aprendiendo muchísimo. Trabajábamos mucho pastor alemán, labradores, springers y bracos.
3- ¿Qué significa para ti ser Guide Dog Mobility Instructor acreditado por City and Guilds en Londres? ¿Cómo fue esa experiencia?
Es un sueño hecho realidad en 1989, 1990 y 1991, comenzaba una época nueva en el adiestramiento canino, de la mano de la ONCE, a la cual no dejaré de agradecer la gran oportunidad que nos dio a mis once compañeros y a mí, nos seleccionó entre mil cuatrocientas personas para trabajar como instructores de movilidad con perros guía. Que mejor actividad para un perro que la de guiar a una persona ciega y que gran satisfacción para un adiestrador la de enseñar a esos perros y a sus usuarios a moverse como unidad. La experiencia en Inglaterra fue dura, fueron tres años divididos en tres partes, la primera trabajamos en perreras, limpiando, manejando grupos de perros, ayudando a los veterinarios y tratando de aprender inglés, la segunda de nueve meses entrenando 5 perros a nivel para pasar a instrucción, velocidad, tensión, obediencia básica. La tercera de 18 meses graduando 9 unidades de perro guía-usuario.
Cada una de las etapas constaba de una parte teórica con sus respectivos exámenes, en inglés, y la práctica, una evaluación continuada que varios de los compañeros no llegaron a terminar. Conocimos a muchos adiestradores, conocimos nuevos sistemas de trabajo y realizamos cursos como los de agresividad canina del famoso adiestrador británico John Rogerson, o las técnicas de instrucción a grupos uno y dos de la Universidad de Cambridge. Nos hicieron unos buenos profesionales y hemos tenido la oportunidad de realizarnos en un trabajo muy bonito.
4- ¿Qué técnicas o metodologías utilizas en tu labor de instrucción de movilidad con perros guía? Todas las que puedo. Una de las verdades que aprendí pronto en el mundo del adiestramiento es que si cierras tu cabeza a viejos sistemas no evolucionas, por eso me gusta trabajar de una manera global, no parar de formarme y basar mi planteamiento de trabajo en un estudio emocional de cada perro, una capacidad analítica por delante de cualquier problema que pueda surgir, es decir, buscar causa del problema y poner la solución con, conocimiento, flexibilidad, justicia, imaginación, carros y carros de paciencia y siempre, un carácter simpático. No creo en las teorías de la gente que dice, solo el positivismo es válido, tampoco creo en las teorías de la gente que dicen que el método tradicional de condicionamientos es el único válido. A mí me gusta hablar de que uso un método que hemos denominado PROACTIVO, que define muy bien mi forma de trabajar, que se basa en una metodología abierta, dinámica, positiva y conciliadora con otros sistemas de adiestramiento. Un enfoque que aúna, equilibra y armoniza los métodos que han surgido en los últimos años y que, aislados, resultaban radicales en cuanto a que adoctrinaban en exceso al aprendiz de adiestrador.
5- ¿Cómo ha evolucionado tu trabajo desde que comenzó en 1991 con la Fundación Once del Perro Guía
Hasta hace dos años que fue cuando dejé definitivamente la Fundación Once del Perro Guía, el trabajo no ha dejado de evolucionar, nacen nuevos sistemas que se van incorporando y que tras periodos más o menos largos de adaptación van mejorando. Durante los primeros años primaba más la calidad que la cantidad, disponíamos de menos perros, de menos usuarios que solicitaban perros y una libertad infinita para trabajarlos, el resultado lógicamente era más sólido.
La experiencia adquirida y el aprendizaje continuo nos ha enseñado a hacer este trabajo más rápido y ante la dificultad que tiene la Fundación de cubrir el basto número de solicitudes, sin dejar que los perros no estuvieran listos, si hemos tenido que correr más y esto a veces hace que te equivoques y un acoplamiento mal hecho es un problema a corto y largo plazo. No es fácil llevar una empresa como la Fundación, creo sinceramente que aunque se podían haber hecho algunas cosas mejor, en líneas generales la Fundación y la ONCE están haciendo un trabajo muy bueno y la comparativa con otras escuelas extranjeras así lo denotan.
6- Como director del Aula Canina de la Federación Española de Caza, ¿Cuáles han sido los mayores desafíos y logros en esa posición?
El mayor desafío fue cambiar el chip de los cazadores que querían adiestrar sus perros y que en muchas ocasiones, en aquellos años no habían oído hablar de sensibilidad, de voluntad de trabajo o de instintos y el logro fue formar a unos setecientos alumnos titulados que a fecha de hoy algunos han sido campeones del mundo en diversas modalidades de competición con perros de caza, y otros muchos han tomado este camino del trabajo con perros de caza como profesión y en muchos casos nos han llegado a superar, tanto a Ricardo Vicente, compañero de la ONCE y de la Escuela Española de Caza, como a mí como adiestradores profesionales del perro de muestra.
7- ¿Podrías compartir alguna anécdota o experiencia memorable relacionada con las más de 300 unidades de perros guía y asistencia que ha puesto en marcha?
Se me ocurren muchas, pero como no quiero nombrar a nadie diré que cada unidad es un mundo, que la satisfacción que da ver trabajar a cualquiera de tus unidades en la calle, viendo la cara de alegría y seguridad del usuario y el movimiento armónico de la cola del perro, hacen de este trabajo algo memorable en sí. He puesto denuncias a taxistas, en restaurantes, he compartido momentos inolvidables con las familias de los usuarios, he disfrutado del progreso de casos perdidos y de verdaderas máquinas de guiar, me he sentido realizado como persona con este trabajo. Eso es lo memorable para mí. En privado podría comentar historias durante los cursos de acoplamiento tan humanas y tan graciosas que podríamos pasar días hablando de ello.
8- ¿En qué consiste tu asesoría a la Universidad de Castilla-La Mancha en materia de aprendizaje canino? He realizado cursos con el IREC ( Instituto de Recursos Cinegéticos de la Universidad), de vez en cuando alguna exhibición y cuando me han requerido en algún acto, como un curso de adiestramiento para la escuela de enfermería o recuento de esteparias he prestado toda la ayuda posible.
9- ¿Qué significó para ti recibir la Medalla de Bronce al Mérito Deportivo de la JCCM por la formación de campeones?
Javier Martin del Burgo Diputado en aquella época y gran amante de los perros, me propuso después de mi trabajo en la Escuela Española de Caza y de la formación de varios alumnos que llegaron a ser campeones en distintas modalidades de trabajo deportivo con perro. Fue un premio no esperado y por tanto muy agradable.
10- Como formador de adiestradores de perros de asistencia, ¿Qué aspectos consideras fundamentales en la formación de estos profesionales?
Me gusta desarrollar la capacidad analítica de los alumnos, que crean en lo que hacen, que cuiden el trato con el perro, que nunca dejen de estudiar y formarse y que sean honestos y sepan cuáles son sus limitaciones y me gusta enseñar con el ejemplo y no decir nada que no pueda demostrar con un perro delante de ellos. Me gusta la formación seria, huyo de los cursos online sin horas prácticas y valoro mucho la experiencia personal y el profesorado competente.
11- ¿Qué temas abordas en tus publicaciones en revistas del sector de perros de caza y en tu libro “Adiestramiento del perro de muestra”?
Razas, manejo, adiestramiento, modificación de conducta, todo lo relacionado con la psicología del aprendizaje canino.
12- ¿Qué te inspiró a escribir tu última novela “Cala” y qué mensaje esperas transmitir con ella?
Los ciegos y los perros, Cala nació hace muchos años y sus dos personajes principales, Juanjo y Cala, que forman la unidad protagonista, no son más que el resumen de lo mejor de todos los ciegos y de todos los perros con los que he llegado a trabajar y conocer, son mis súper héroes favoritos, valientes, con iniciativa, amigos de sus amigos, inteligentes y con poderes que la gente corriente no puede ni imaginar. El mensaje no es otro que las personas que lean la novela entiendan las capacidades un ciego y su perra guía, con toques de adiestramiento y toques de imaginación y porque no ciertos toques de ficción. En el libro salen a relucir historias con las que seguro que algunos de mis alumnos se ven identificados, aunque todo parecido con la realidad no es más que pura coincidencia.
13- ¿Cómo ves el futuro del adiestramiento canino y la formación de perros de asistencia en España?
Hay una masificación de cursos de adiestramiento que no te llevan a ningún lado, son meros centros de producción de dinero que “titulan” a gente en dos meses para ser adiestradores de perros de asistencia. Desde hace unos años para acá las comunidades autónomas están profesionalizando este sector, creo que es un paso importante, contar con centros que cubran los objetivos de formación impuestos por la ley, y es, en esos centros donde debiera centrarse la formación de estos adiestradores, no se puede jugar con la ilusión de personas que buscan unos perros que les ayuden y no sean un problema y tristemente nos encontramos con mucho de esto. Solucionando este problema, en España tenemos verdaderos genios de la modificación de conducta y el conocimiento de los perros, y seguro que a nivel adiestramiento el futuro está asegurado.
14- ¿Qué consejos darías a quienes desean iniciarse en el mundo del adiestramiento canino o en la formación de perros de asistencia?
Buscar un centro adecuado y profesional para su formación, obtener una titulación profesional, una vez obtenida, realizar más cursos de formación eligiendo los profesionales contrastados que den esas clases o seminarios que completaran su formación y después practicar y practicar hasta la extenuación. Así se harán unos buenos adiestradores. Humildad, constancia, flexibilidad de conceptos, paciencia, voluntad de trabajo, motivación, buen carácter…..todos estos conceptos deben estar intrínsecos en un buen futuro adiestrador.
15- ¿Qué proyectos o metas tienes en mente para los próximos años en tu carrera profesional?
Hago este año los sesenta y aunque aún me siento muy joven voy a dedicarme mayormente a mi familia, por eso seguiré escribiendo, la segunda parte de Cala, dando pequeños seminarios allá donde se solicite mi presencia y tratando de aportar mi granito de arena al mundo del adiestramiento, sin afrontar proyectos que me alejen mucho de esto. Por supuesto, seguiré trabajando mis perros que a fecha de hoy son cinco y que me siguen enseñando mucho día a día.