El barrio del Raval de Badalona enfrenta una situación crítica para los propietarios de animales de compañía. Más de 800 familias que conviven con perros se ven afectadas por la falta de un pipican adecuado tras la eliminación del único espacio habilitado en la zona, lo que ha generado un descontento creciente entre los vecinos.
La problemática comenzó el 18 de abril, cuando el Ayuntamiento decidió retirar el pipican existente debido a las quejas de algunos residentes que se sentían incómodos con el ruido de los ladridos. Sin embargo, esta decisión ha dejado a los dueños de perros sin un lugar seguro y funcional donde puedan permitir que sus mascotas se ejerciten y hagan sus necesidades. Desde aquella fecha, el Colectivo Animalista Bienestar Animal Badalona ha estado presionando al gobierno municipal para reinstaurar un espacio adecuado, aunque hasta el momento no ha habido respuesta concreta.
Los propietarios han encontrado una solución temporal en una improvisada zona de arena en la plaza Badalona, que no cumple con las mínimas condiciones de seguridad. «Las vallas son demasiado bajas y los perros saltan y se escapan», señalan los afectados, quienes expresan su preocupación por la seguridad de sus animales, temiendo que puedan terminar en la carretera. Además, las condiciones de las puertas que supuestamente deberían cerrar el área son inadecuadas, ya que están deterioradas y no cierran correctamente, lo que agrava la situación.
Otro de los problemas destacados por los vecinos es la falta de instalaciones básicas. La ausencia de papeleras y de una fuente de agua potable convierte el espacio en un lugar poco funcional e incluso antihigiénico. En este contexto, cualquier propuesta de solución debería contemplar la mejora del espacio actual o la creación de uno nuevo, tal y como se había acordado inicialmente con el Ayuntamiento. Sin embargo, este acuerdo parece haberse desvanecido, dejando a las familias en un estado de incertidumbre.
La situación se vuelve aún más complicada durante la temporada de lluvias, cuando el terreno se inunda y se transforma en un «piscina de fango», lo que imposibilita que los propietarios lleven a sus perros a un lugar donde puedan disfrutar y hacer sus necesidades sin inconvenientes. Los usuarios del pipican han expresado su frustración por esta situación, que puede durar varios días.
Por su parte, fuentes del Ayuntamiento han reconocido la preocupación de los vecinos, afirmando que están a la espera de gestionar un nuevo contrato de mantenimiento para los pipicanes de la ciudad, muchos de los cuales se han deteriorado debido a la falta de atención. Mientras se trabaja en esto, el consistorio sugiere que los propietarios de perros se desplacen a otros espacios cercanos, como los de Pep Ventura o el centro comercial Màgic, lo que no es una solución satisfactoria para quienes viven en el Raval.
La creciente ciudad de Badalona cuenta con un censo estimado de 18.000 perros, lo que subraya la urgente necesidad de espacios adecuados para su esparcimiento. Un pipican digno no solo beneficiaría a las familias del Raval, sino que también reflejaría un compromiso por parte de las autoridades con el bienestar animal. Las 800 familias del Raval de Badalona continúan esperando respuestas concretas y acciones efectivas que garanticen un entorno seguro y digno para sus perros.
paquitomoreda says:
que verguenza que no tengan un sitio para que los perros hagan sus cosas6