La leishmaniosis visceral canina, causada por el parásito Leishmania infantum y transmitida por la picadura de flebótomos, representa un desafío crítico para la salud pública y animal. Considerada una enfermedad de emergencia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta patología afecta principalmente a los perros domésticos, que actúan como reservorios del parásito. La prevalencia de la enfermedad es especialmente alta en regiones endémicas, y su tratamiento ha presentado limitaciones significativas debido a la resistencia a los medicamentos y los efectos secundarios asociados.
Tradicionalmente, el tratamiento de la leishmaniosis ha incluido medicamentos como el antimoniato de meglumina y la miltefosina, los cuales han mostrado eficacia variable. El alopurinol, un fármaco comúnmente utilizado, ha demostrado prevenir recaídas cuando se administra junto a terapias estándar. Sin embargo, a menudo es insuficiente para eliminar completamente la infección.
En este contexto, el resveratrol, un compuesto natural encontrado en diversas plantas, ha cobrado relevancia por sus propiedades biológicas, que incluyen efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Investigaciones recientes han sugerido su eficacia en el tratamiento de enfermedades parasitarias, incluyendo la leishmaniosis.
Un estudio realizado en Turquía evaluó la eficacia del resveratrol en combinación con alopurinol en 50 perros diagnosticados con leishmaniosis visceral canina. Los resultados fueron prometedores: los perros tratados con la combinación de ambos compuestos mostraron una reducción del 75,77 % en las puntuaciones clínicas y del 81,25 % en los títulos de anticuerpos, en comparación con reducciones del 56,25 % y 45 %, respectivamente, en aquellos tratados únicamente con alopurinol.
Los signos clínicos observados al inicio del estudio incluyeron linfadenopatía, letargo y diversas manifestaciones cutáneas, lo que resalta la gravedad de la enfermedad en los perros infectados. Tras el tratamiento, los animales mostraron mejoras clínicas significativas, lo que sugiere que el resveratrol no solo potencia la eficacia del alopurinol, sino que también presenta propiedades antileishmaniales por sí mismo.
Este avance en el tratamiento de la leishmaniosis canina no solo podría alterar el enfoque terapéutico para esta enfermedad, sino que también ofrece una nueva esperanza para la salud de los perros en regiones donde la enfermedad es endémica. La investigación futura se centrará en la implementación de tratamientos combinados y en la evaluación de su efectividad a largo plazo, con el objetivo de reducir la carga de esta enfermedad tanto en los perros como en las poblaciones humanas que dependen de ellos.
La comunidad veterinaria y los dueños de mascotas deben permanecer atentos a estos desarrollos, ya que la leishmaniosis continúa siendo una preocupación significativa en la salud animal y pública.
Maria Jesús says:
Esa enfermedad es muy mala, poco a poco la medicina avanza para ellos tambien
Susana says:
Leishmania, que enfermedad tan complicada y difícil de curar, gracias a los avances médicos se consigue mejorar la calidad de vidas de nuestras mascotas.