La oruga procesionaria, conocida también como la “oruga del pino”, es un insecto originario del centro y sur de Europa. Pertenece a la familia de los lepidópteros defoliadores y es común en la zona del Mediterráneo. Su presencia es más notoria durante la primavera, aunque, debido al cambio climático, también puede avistarse en otoño, no solo en el Mediterráneo, sino en toda España.
Esta especie invasora habita en jardines, parques y bosques con pinos. Aunque se asemeja a otras orugas, es especialmente peligrosa tanto para las personas como para los perros.
Su denominación de “oruga procesionaria” se debe a la forma en que se desplazan: descienden en fila por los troncos de los pinos, creando una hilera similar a las procesiones de Semana Santa. Miles de orugas pueden formar un solo cordón, lo que facilita su visualización. A pesar de su tamaño, poseen la capacidad devastadora de destruir los árboles donde anidan.
A diferencia de otras orugas, la oruga procesionaria está cubierta de finos vellos capaces de causar urticaria difícil de controlar, así como reacciones alérgicas graves. Estos vellos son su mecanismo de defensa, que lanzan cuando se sienten amenazadas.
Tanto las personas como los animales pueden entrar en contacto con estos vellos al tocar las orugas, pisarlas o inhalarlos. En ambos casos, las reacciones varían en gravedad.
Según especialistas veterinarios, los perros y gatos son especialmente vulnerables. En ocasiones, los ingieren, especialmente en su etapa de cachorros, absorbiendo las toxinas del insecto. El contacto con esta oruga complica aún más la situación. Debido a su curiosidad por la gran cantidad de orugas moviéndose en procesión desde el árbol, los animales se acercan, las olfatean o los vellos se adhieren a sus almohadillas. Si experimentan dolor en las patas, pueden lamerlas y terminar con los vellos urticantes en la boca.
Los daños pueden abarcar desde una reacción alérgica con hinchazón facial, esofágica y estomacal, hasta la amputación de partes de la lengua por necrosis, e incluso asfixia y muerte si la infección alcanza la laringe y no se trata a tiempo.
Por tanto, es crucial acudir rápidamente al veterinario. Muchos veterinarios lamentan que, en ocasiones, los animales fallezcan por el contacto con estas orugas, por lo que se debe prevenir o detectar a tiempo para evitar el roce de nuestros perros con estos insectos.
Cabe destacar que la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) advierte sobre el impacto sanitario, económico y medioambiental significativo que una plaga de oruga procesionaria puede ocasionar, y ofrece una serie de recomendaciones para prevenir y vigilar, reduciendo así estos perjuicios. El director general de ANECPLA, Jorge Galván, explica que las restricciones legales al uso de productos biocidas para su gestión han llevado al empleo exclusivo de la endoterapia. Si bien esta técnica es efectiva y respetuosa con el medio ambiente, su coste limita su aplicación en grandes masas arbóreas.
Si las orugas se encuentran en espacios públicos, es recomendable alejarse de ellas. No obstante, en caso de hallarse en el jardín, es necesario tomar medidas para eliminarlas cuanto antes.
Durante enero y febrero, se debe inspeccionar minuciosamente los árboles en busca de nidos en las partes superiores. La presencia de estos nidos indica la presencia de la oruga procesionaria. Para eliminarlos, se deben recortar con cuidado y descartar la ropa utilizada, deshaciéndose de ella rápidamente. Si ya se observa la procesión de orugas, el tratamiento con endoterapia es una de las mejores opciones. También se pueden emplear trampas con feromonas o trampas mecánicas en la base de los pinos.
De esta manera, es fundamental mantener a la oruga procesionaria lejos de nuestros entornos domésticos y tomar medidas preventivas para proteger a nuestras mascotas y a nosotros mismos de sus peligros. La educación y la concienciación sobre este insecto invasor son cruciales para prevenir situaciones lamentables.
¡No subestimes la oruga procesionaria y actúa a tiempo!
Lidia says:
Excelente artículo, sirven de gran ayuda que nos ayuden a conocerlas y detectarlas para evitar disgustos.
Me ha encantado.
Oli says:
Muchas gracias por el artículo y por toda la información en él vertida. Es de gran ayuda para proteger a nuestros peludos y evitar males mayores a la hora de pasear o en cualquier otra circunstancia. Nuevamente, gracias!
Nieves says:
Hay que tener mucho cuidado
Anónimo says:
gracias por la información hay que ir con mil ojos los parques están pagados
Anónimo says:
Mucho ccuidado con los perros y las personas alérgicas
Susana DLR says:
Gracias por la información, muy útil para los que salimos a zonas boscosas o al campo con nuestros peluditos 🙂
Marisol says:
Gracias por el artículo, muy interesante.
Pabs says:
Siempre vamos con mil ojos por el parque. Buen artículo David!
Celia says:
gracias por la información,en los parques de la M30 son todos pinos y hemos pasado dos meses sin poder casi bajar con perros y niños
Amanda Gundin Alvarez says:
Interesante artículo.
Pi says:
Muy interesante ,gracias por compartir 😊