La Unidad Especial de Guías Caninos de la Policía Nacional ha conmemorado este martes su 80 aniversario en un acto institucional presidido por el director general de la Policía, Francisco Pardo Piqueras, celebrado en el Cuartel de la Reina y la Princesa, en El Pardo (Madrid). La efeméride llega en un momento clave para la especialidad, inmersa en un ambicioso plan estratégico orientado a la mejora del bienestar animal y al fortalecimiento de su capacidad operativa.
Durante su intervención, Pardo Piqueras destacó que la Unidad de Guías Caninos representa “la excelencia operativa construida desde la disciplina, el compromiso y el trabajo en equipo”, subrayando el valor incalculable que aporta a múltiples ámbitos de la actividad policial. Entre ellos, la seguridad ciudadana, la lucha contra el narcotráfico y el blanqueo de capitales, la protección de grandes dispositivos, la investigación criminal, la lucha contra el terrorismo, la inmigración irregular y la actuación en catástrofes.
Uno de los ejes centrales del futuro de la especialidad es el denominado Proyecto San Jorge, una iniciativa que va más allá de la construcción de nuevas instalaciones para la estabulación de los animales bajo estrictos criterios de bienestar animal. El proyecto aspira a convertirse en un auténtico centro de formación para animales de aplicación policial y en el germen de un futuro Centro de Referencia Internacional, capaz de exportar talento y generar sinergias con otros cuerpos de seguridad y emergencias, tanto nacionales como internacionales.
En este contexto, el bienestar de los animales se consolida como un objetivo prioritario para la Policía Nacional. Garantizar una alimentación adecuada, la vigilancia constante de la salud de los canes y la existencia de espacios óptimos para su desarrollo físico, social y emocional son principios plenamente integrados en la cultura profesional del Cuerpo.
El acto conmemorativo incluyó una exhibición operativa de la unidad canina, así como varios homenajes. Entre ellos, el reconocimiento a María del Carmen Fernández de los Arcos, primera mujer integrante de la Unidad Especial de Guías Caninos, y a Carlos Luis Bermejo Laina, el policía en activo con mayor antigüedad dentro de la especialidad.
La historia de la unidad se remonta a enero de 1945, cuando se creó en Madrid la Sección de Perros Policía, integrada entonces en el Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico. Sus primeros efectivos caninos fueron ocho pastores alemanes procedentes del ejército alemán tras su repliegue de Francia al término de la II Guerra Mundial. En sus inicios, los perros fueron destinados a tareas de obediencia, acompañamiento, defensa, rastreo y trabajos de aplicación militar.
En 1947 se dio un paso decisivo con la creación de la Escuela de Adiestramiento Canino de la Policía, dependiente de la Academia Especial del Cuerpo, encargada de la formación de guías, la selección y adiestramiento de los ejemplares, la cría y socialización de cachorros, así como la realización de demostraciones operativas.
Otro hito relevante tuvo lugar a finales de 1991, cuando la Sección de Guías Caninos de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana abandonó las instalaciones de Canillas para trasladarse a su actual base en la Casa de Campo.
A lo largo de estos 80 años, la Unidad Especial de Guías Caninos ha experimentado profundos cambios. El más significativo ha sido la evolución en el trato hacia los animales, reconocidos hoy como seres sintientes, con identidad propia, autonomía funcional e individualidad emocional. Lejos de ser considerados meras herramientas de trabajo, los perros policía son concebidos como sujetos con derechos, habilidades y competencias que amplían y fortalecen la capacidad operativa de la Policía Nacional.
Este cambio de paradigma se refleja también en el crecimiento de la fuerza canina: de los ocho pastores alemanes iniciales se ha pasado a 507 perros en activo, pertenecientes a diversas razas y especialidades. Actualmente, la unidad cuenta con canes adiestrados en la detección de explosivos, drogas, billetes de curso legal, armas y acelerantes del fuego, así como en el rescate de personas, la localización de individuos ocultos y la búsqueda de restos humanos.
La evolución en las técnicas de manejo y adiestramiento ha sido igualmente notable. En la actualidad, los sistemas de aprendizaje se basan en el refuerzo positivo, lo que favorece una motivación constante, un alto rendimiento operativo y una relación de lealtad y confianza entre el perro y su guía. Como ejemplo de este vínculo, muchos agentes integran a los canes en su núcleo familiar, reforzando así su desarrollo social y la eficacia del binomio operativo.
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Susana says:
🐾 La Unidad Especial de Guías Caninos celebra 80 años de historia, compromiso y trabajo conjunto entre agentes y perros policía. Un homenaje merecido a quienes, día a día, protegen y sirven con lealtad, valentía y un vínculo único. ✨