En México, más de 7.5 millones de perros forman parte del grupo senior, es decir, casi uno de cada tres perros del país, de acuerdo con cifras de la consultora Kantar. Esta etapa, que suele comenzar alrededor de los 7 años —dependiendo de la raza y tamaño—, trae consigo cambios físicos, emocionales y de comportamiento que requieren atención especial.
Al contrario de lo que muchos creen, un perro mayor no pierde su vitalidad, pero sí necesita cuidados distintos para mantenerse sano, activo y contento.
«Cuidar de un perro senior es un compromiso lleno de recompensas. Su lealtad y amor incondicional acompañan incluso en sus años más avanzados. Con cuidados adecuados, paciencia y mucho cariño, se asegura que nuestros compañeros disfruten de una vida plena y feliz», destacó Alejandro Ahuad, director general de Petco México.
Señales de que un perro está envejeciendo
Detectar a tiempo los signos del envejecimiento es fundamental. Algunos de los más comunes incluyen:
- Menos energía y entusiasmo
- Cambios en el pelaje y la piel
- Dificultad para moverse o subir escaleras
- Pérdida de apetito o aumento de peso
- Alteraciones en el sueño o mayor ansiedad
«Los perros mayores también necesitan apoyo emocional. Un entorno estable, amoroso y lleno de estímulos puede hacer una gran diferencia en su bienestar diario», comentó el directivo de Petco México.
Recomendaciones para cuidar a un perro senior
- Dieta adecuada: Los perros mayores requieren alimentos con menos calorías, pero ricos en antioxidantes, omega 3 y proteínas de alta calidad. Esto ayuda a proteger sus articulaciones, sistema inmune y peso ideal.
- Visitas frecuentes al veterinario: Se recomienda acudir al veterinario al menos cada seis meses. Un monitoreo constante permite detectar condiciones como artritis, diabetes, enfermedades cardíacas o pérdida de visión.
- Ejercicio moderado y constante: La actividad física sigue siendo vital. Paseos tranquilos, sesiones de juegos ligeros o incluso natación pueden mantener a un perro activo sin exigirle de más.
- Comodidad en casa: Adaptar su entorno: camas ortopédicas, rampas para evitar saltos, espacios cálidos y seguros. Pequeños cambios pueden mejorar mucho su día a día.
- Estimulación mental: Evitar el deterioro cognitivo con juegos interactivos, rutinas nuevas y momentos de socialización. Un perro mentalmente activo es un perro más feliz.
«Cada perro merece una vejez digna, saludable y llena de cariño.», concluyó Ahuad.
Maria Jesús says:
Todos los perros en si tienen que ser cuidados pero cuando son mayores más aún.