El juzgado de instrucción número 20 de Barcelona ha dictado sentencia contra un conductor de taxi que se negó a prestar servicio a dos mujeres invidentes acompañadas de sus perros guía, en un caso considerado una vulneración del artículo 511 del Código Penal, que sanciona los delitos de denegación de prestaciones por motivos discriminatorios.
El conductor, quien deberá abonar una indemnización de 1.000 euros, también ha sido condenado a realizar un programa de formación en igualdad. La resolución judicial reafirma el derecho de las personas con discapacidad a acceder con sus perros de asistencia a todos los espacios públicos y de transporte, garantizando así la inclusión y la igualdad de oportunidades.
Según consta en la sentencia, los hechos ocurrieron el día en que las dos mujeres, acompañadas por sus perros guía, intentaron abordar un taxi en la vía pública. El testigo, testigo presencial y esposo de una de las víctimas, explicó que antes de que el vehículo se detuviera, se apartó de ellas debido a experiencias previas de rechazo por parte de conductores.
Cuando el taxista se detuvo frente a ellas, observó que estaban acompañadas por perros guía. Sin mediar causa o conflicto previo, el conductor se negó rotundamente a que subieran, argumentando que no permitía animales en su vehículo. A pesar de que las víctimas le explicaron que su negativa les impedía acceder a un medio de transporte público en igualdad de condiciones, el conductor persistió en su actitud excluyente.
La sentencia establece que esta conducta constituye una discriminación por motivos de discapacidad, vulnerando derechos fundamentales y las normativas que protegen a las personas con discapacidad en el acceso a servicios públicos. Además, la resolución refuerza la importancia de respetar la normativa que garantiza el derecho de las personas con discapacidad a utilizar sus perros guía en todos los espacios públicos y de transporte.
Este fallo sienta un precedente en la lucha contra la discriminación hacia las personas con discapacidad y subraya la responsabilidad de los servicios públicos y particulares en garantizar un trato igualitario y libre de prejuicios.
Susana says:
Por desgracia esta situación se repite cada dia en diferentes ciudades. La accesibilidad, empatia y educación no existen para ciertas personas y/o empresas. Un perro guia es básico para su dueño y no se les debe prohibir ir donde quieran y menos por desconocimiento de leyes obligatorias.