
Un estudio publicado en la revista científica Frontiers in Sustainable Food Systems ha revelado que los alimentos secos a base de plantas para perros generan un impacto medioambiental significativamente menor que los productos elaborados con carne. La investigación, realizada por los veterinarios Rebecca Brociek y el profesor David Gardner, de la Universidad de Nottingham, analizó el ciclo de vida de 31 tipos de piensos disponibles en el Reino Unido, concluyendo que las dietas vegetales superan sistemáticamente a las carnívoras en todos los indicadores de sostenibilidad.
Los datos no dejan lugar a dudas: las emisiones de gases de efecto invernadero de los alimentos vegetales fueron hasta diez veces menores que las de aquellos elaborados con carne de vacuno (2,82 kg frente a 31,47 kg de CO₂ por cada 1000 kcal). Además, el uso del suelo se redujo drásticamente (2,73 m² frente a 102,15 m²), al igual que el consumo de agua dulce, con solo 249 litros frente a los 575 necesarios para la carne de vacuno o los 684 para la de cordero.
En cuanto a la contaminación por nutrientes y la acidificación, las fórmulas con carne roja generaron entre 14 y 16 veces más emisiones que las dietas basadas en plantas. Las opciones elaboradas con aves o ingredientes semisintéticos mostraron un impacto intermedio, pero todavía superior al de los alimentos vegetales.
El estudio pone estos datos en perspectiva con un ejemplo: alimentar durante nueve años a un labrador de 20 kilos exclusivamente con pienso vegetal requeriría unos 8964 m² de tierra y generaría emisiones equivalentes a 2,8 vuelos de ida y vuelta entre Londres y Nueva York. En cambio, si el mismo perro fuera alimentado con pienso de carne de vacuno, se necesitarían 334 851 m² de tierra y las emisiones equivaldrían a 31,3 vuelos.
Los investigadores destacan que, con el crecimiento del número de mascotas en el mundo, el impacto ecológico de su alimentación se ha convertido en un tema imposible de ignorar. “Alimentar a tu perro con productos vegetales mejorará significativamente la sostenibilidad ambiental de los hogares”, afirman Brociek y Gardner, quienes consideran que los ingredientes de bajo impacto serán “esenciales para reducir la huella ecológica del sector”.
El estudio también desmonta la creencia de que los subproductos cárnicos, como las harinas de carne, representan una opción más sostenible. De hecho, estos ingredientes se situaron entre los de mayor impacto ambiental, según el análisis.
Esta nueva investigación se suma a una creciente evidencia científica. En 2023, el profesor Andrew Knight demostró que si todos los perros del mundo pasaran a una dieta vegana equilibrada, las emisiones de gases de efecto invernadero podrían reducirse en una cantidad equivalente a 1,5 veces la producción anual del Reino Unido, además de liberar suficiente alimento para 450 millones de personas, una cifra comparable a la población de la Unión Europea.
Hasta finales de 2025, al menos 11 estudios revisados por pares ya habían confirmado que las dietas basadas en plantas son seguras y beneficiosas para la salud canina cuando están correctamente formuladas. “Estas dietas pueden pasar de ser un nicho a convertirse en la norma, alineando el cuidado de nuestras mascotas con la responsabilidad hacia el planeta”, concluye Knight.
Con estos hallazgos, el debate sobre la alimentación vegetal para perros deja de ser una cuestión de moda o ideología y se consolida como una estrategia real y medible para reducir la huella ecológica de nuestros compañeros de cuatro patas.

Susana says:
El cambio empieza en el cuenco. Porque cuidar del planeta también se hace con lametones, croquetas verdes y mucho amor.