Con la llegada del invierno y la autorización para soltar a los perros en parques entre las 19 h y las 10 h, y durante el verano entre las 20 h y las 10 h del día siguiente, un creciente descontento se ha apoderado de los propietarios de canes en la capital española. A pesar de que el Ayuntamiento de Madrid amplió este horario en 2009, muchos consideran que las restricciones actuales son insuficientes y desproporcionadas.
“Si trabajo de noche y salgo a las 10 de la mañana, yo ya no puedo soltar a mi perro, a pesar de que en el parque a esa hora no hay nadie, salvo el personal de jardinería o de limpieza”, expresan algunos dueños. Solicitan una revisión inmediata de la ordenanza vigente para permitir que puedan disfrutar de espacios seguros y cómodos junto a sus mascotas.
Los problemas se agravan durante el invierno, donde muchos propietarios argumentan que las horas permitidas son inadecuadas. “Poder soltarlos a las 19 horas es absurdo, porque a las 18 horas ya no hay nadie en los parques, y menos en días de bajas temperaturas o lluvias”, afirman, destacando la necesidad de adelantar la hora de inicio a las 18 horas y extender la prohibición hasta las 12 horas del día siguiente.
Además, la falta de iluminación en algunos parques, como Eugenia de Montijo en Carabanchel y Cerro del Almodóvar en La Latina, plantea un peligro tanto para los perros como para quienes practican deporte en estas áreas. “Existen partes de los parques donde no se ve al perro ni a la pelota, especialmente en días de lluvia”, aseguran.
La percepción de inseguridad en los parques también ha crecido. Algunos propietarios destacan que grupos de jóvenes frecuentemente aprovechan la oscuridad para hacer botellón, lo que genera un ambiente hostil. “Los propietarios de perros nos sentimos acosados y perseguidos, como si fuéramos delincuentes”, comentan, denunciando la doble moral de la vigilancia policial que, consideran, no actúa con la misma firmeza contra quienes causan desorden.
La limpieza en los parques también ha surgido como un punto de tensión. Aunque muchos propietarios cuidan el entorno recogiendo las necesidades de sus perros, algunos miembros de los servicios de jardinería y limpieza han compartido preocupaciones sobre la proliferación de residuos humanos. “Hay más excrementos humanos que de perros. La tendencia ha cambiado; los propietarios de perros son más responsables”, afirman.
Un aspecto que agrava la situación es la gestión de las áreas de esparcimiento. Los propietarios lamentan que muchas zonas carecen de sombra, tienen vallas deterioradas y no cuentan con suficientes bolsas para la recogida de desechos. “Estamos cansados de llamar al 010 para que repongan las bolsas. A menudo, solo las reabastecen durante unas semanas y luego desaparecen”, critican.
El aumento en la tenencia de mascotas, que alcanzó cerca de 282.315 perros registrados en 2022, según datos del Ayuntamiento, revela un creciente interés por la convivencia con estos animales. Este auge no solo aporta beneficios para la salud de los dueños y sus mascotas, sino que también requiere atención a las necesidades y derechos de los propietarios.
A medida que la comunidad de dueños de perros en Madrid sigue creciendo, sus demandas por espacios adecuados y horarios accesibles son cada vez más urgentes. Las autoridades locales deberán considerar estas quejas para mejorar las condiciones de convivencia en la ciudad, garantizando el bienestar tanto de los animales como de sus dueños.
María Jesús Fernández Rey says:
Tengo 2 perros y a veces la policia viene a por los que tenemos perros y no por los que hacen botellón, podrían estar mas atentos a los del botellon que a los dueños del perro
Celia says:
me parece bien que podamos disfrutar más tiempo con nuestros peludos sueltos
sparedesbaeza says:
Se debe vigilar más a los que descuidan los parques y no sólo a los que tenemos perros por si «ensuciamos»