
Con la llegada del otoño y el auge de las salidas al campo para recoger setas, la Real Sociedad Canina de España (RSCE) ha emitido una seria advertencia a los propietarios de perros: la ingesta accidental de hongos silvestres puede suponer un riesgo grave e incluso mortal para los animales.
Lejos de lo que dicta el mito popular, no solo las setas de colores llamativos son peligrosas. La RSCE subraya que algunas de las especies más tóxicas presentan un aspecto discreto que puede pasar inadvertido para los excursionistas, pero no para los perros, que pueden sentirse atraídos por su olor intenso, forma o color.
En España se han catalogado alrededor de 300 especies de setas con algún grado de toxicidad, de las que unas quince figuran entre las más peligrosas tanto para perros como para personas. Entre ellas destacan:
La RSCE recuerda que algunas toxinas actúan lentamente, lo que puede retrasar la aparición de síntomas hasta que el daño en órganos vitales —como el hígado o los riñones— ya es severo, complicando gravemente el tratamiento veterinario. Otras, sin embargo, pueden provocar signos clínicos en cuestión de horas.
Ante la mínima sospecha de que un perro haya ingerido un hongo silvestre, los expertos recomiendan actuar con rapidez, siguiendo un protocolo similar al que se aplica a otros tóxicos como el chocolate:
Veterinarios y botánicos consultados por la RSCE advierten además que incluso setas no tóxicas pueden provocar trastornos digestivos si están contaminadas por microorganismos presentes en el suelo o la vegetación.
Por ello, la entidad insiste en acudir de inmediato al veterinario, sin esperar la aparición de síntomas, y llevar una muestra de la seta cuando sea posible, para facilitar su identificación.
Aunque los perros son animales omnívoros y pueden consumir setas cultivadas como el champiñón dentro de una dieta equilibrada, la RSCE recuerda que las proteínas de origen animal deben constituir entre el 60% y el 80% de su alimentación, según edad, tamaño y nivel de actividad.
La entidad concluye pidiendo responsabilidad y vigilancia durante los paseos: “Disfrutemos del campo, pero siempre con la seguridad y el bienestar de los perros como prioridad absoluta”.
