El Ayuntamiento de Benavente ha anunciado recientemente la derogación de la tasa por la tenencia de animales de compañía, en su mayoría perros, implementada a finales de 2021 por el anterior equipo de gobierno. Esta medida ha generado una variedad de reacciones entre los ciudadanos y organizaciones relacionadas con el bienestar animal, evidenciando diversas posturas sobre su eliminación.
La tasa fue creada con la intención de financiar servicios esenciales para el control sanitario de los animales, así como para asegurar su protección y bienestar, además del cuidado y limpieza de las vías públicas y parques. Estos servicios incluían el censado telemático de perros y el mantenimiento de zonas de esparcimiento adecuadas para ellos. Sin embargo, la concejalía de Hacienda ha decidido eliminarla debido a los “elevados costos administrativos” que implicaba y la baja recaudación que generaba.
Según un informe presentado por el equipo de gobierno, en 2023 solo se recaudó el 27% de lo estimado, lo que se tradujo en unos ingresos de apenas 8,289 euros. La alcaldesa de Benavente, Beatriz Asensio, ha señalado que estos datos evidencian la ineficacia de la tasa para cumplir los objetivos económicos planteados inicialmente, además de la preocupación por el alto índice de impagos, que alcanzó un promedio del 51%.
La decisión de derogar esta tasa ha motivado un debate en la comunidad. Algunos ciudadanos valoran positivamente la eliminación de un impuesto que consideraban innecesario y cargado de complicaciones burocráticas. Sin embargo, otros plantean que la supresión podría repercutir negativamente en la regulación y el control de la población canina en la ciudad, así como en la infraestructura para su bienestar.
A pesar de los argumentos del Ayuntamiento sobre la necesidad de “abaratar los gastos municipales”, hay quienes critican que, en lugar de eliminar la tasa, se deberían haber implementado mejoras en los servicios asociados. Algunos habitantes de Benavente han señalado que los dispensadores de bolsas para excrementos caninos y otros recursos ofrecidos al inicio de la normativa no han sido llevados a cabo en las áreas caninas. En este sentido, se solicita un mayor compromiso por parte del Ayuntamiento para mejorar las zonas de esparcimiento.
Asimismo, informar de la ley nacional y autonómica a los distintos establecimientos del pueblo para una correcta convivencia hacia las personas usuarias de perros de asistencia que en alguna ocasión han tenido dificultades de acceso a los establecimientos. Además, el crecimiento del turismo Dogfriendly puede ser una oportunidad para acercar los diferentes espacios culturales y turísticos al conjunto de los visitantes, realizando guías de los establecimientos que admitan perros e incluyendo al albergue como un lugar Dogfriendly.
Sin duda, un conjunto de alternativas que pueden generar riqueza en el pueblo e inclusive en las aldeas de los alrededores.
sparedesbaeza says:
Los espacios dogfriendly son necesarios en las ciudades. Pero deben cuidarse y mantenerse.
Donde poder ir con nuestros animales y disfrutar con ellos.
Celia Gomez says:
Me encanta toda esta inf muchas gracias